La Virgen del Carmen es considerada la patrona de los marineros y se le atribuyen numerosos milagros y favores concedidos a quienes la invocan con fe.

Es nuestra responsabilidad ofrecerles ayuda espiritual y sostenerlos en la comunión de los santos. Como miembros del cuerpo de Cristo, estamos llamados a amar y cuidar a todos los miembros, incluso a aquellos que ya han partido de este mundo.

La Iglesia enseña que nuestras oraciones y sacrificios pueden ayudar a las almas del Purgatorio a alcanzar la plenitud de la comunión con Dios.

Al orar por estas almas, reflexionamos sobre nuestra propia condición y buscamos crecer espiritualmente, evitando el pecado y cultivando una vida de santidad.

En resumen, las oraciones por las almas del purgatorio son una parte fundamental de nuestra vida espiritual. Nos permiten ejercer la caridad y la misericordia hacia aquellos que nos han precedido en la muerte, fomentan la comunión y solidaridad en la Iglesia, nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia condición y nos permiten participar en la obra redentora de Cristo.

Señor, mira a nuestros hermanos y hermanas en el Purgatorio. Ellos sufren más de lo que pueden sufrir un humano en la tierra y Tú deseas que Oración a la Virgen del Carmen del Monte Carmelo por las Almas del purgatorio seamos compasivos con su angustia y sufrimiento. Tú nos das la oportunidad de hacer algo por ellos, de vigilar con ellos, de rezar por ellos, de ofrecer algo en su nombre; pero principalmente, les podemos ofrecer la Santa Misa.

Esta novena consiste en rezar durante nueve días seguidos una serie de oraciones específicas para obtener la liberación y el descanso eterno de las almas que se encuentran en el purgatorio.

Que Tú tengas piedad especial de todas las Oración a la Virgen del Carmen del Monte Carmelo por las Almas del purgatorio almas que ya no tienen en la tierra quienes piensen en ellas

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Palabra única del Padre, hablada en eterno silencio y acogida amorosamente en el seno de la Virgen,

La oración puede variar, pero generalmente se reza pidiendo a la Virgen del Carmen que interceda por las almas del purgatorio y las lleve al cielo.

Pensáis en los arrepentimientos tardíos y dolorosos que tendréis por vuestras culpas en el purgatorio y nada os costará , entonces confesar en el Sacramento de la penitencia todas aquellas del pasado -para pagar en la presente la pena que se adeuda- y por las del futuro.

Estas almas no están condenadas al infierno, pero tampoco han alcanzado la plena santidad necesaria para estar en la presencia divina.

Al ayudar a las almas del purgatorio, estamos reconociendo la existencia del pecado y la necesidad de purificarnos para entrar en la presencia de Dios.